Los estudiantes de Gnosis consideramos que “Todas las religiones son perlas engarzadas en el hilo de oro de la Divinidad” -Samael Aun Weor, estamos convencidos de que existe un conocimiento universal y que este se ha expresado a través de las distintas épocas, y que el contenido de los distintos libros sagrados, códices, sepulcros milenarios, pirámides, etc. tienen en esencia la misma enseñanza, generalmente puesta por los grandes maestros de la humanidad a través de símbolos, mitos, alegorías, etc. pero que relatan la realidad del camino interno, de lo que debe transitar el aspirante a la sabiduría en su vida práctica.
Un error común que llegamos a cometer es confundir los símbolos con la realidad y es cuando empiezan los desacuerdos y errores. Basta recordar que entre la cultura azteca los famosos sacrificios humanos símbolo de la lucha que debemos sostener contra las pasiones animales, en su época de oro no existieron, es hasta que se degeneraron que cayeron en tan lamentables errores que obviamente ocasionaron una consecuencia negativa a estas tierras, pues lo que sembramos cosechamos.
Lo mismo sucede con el Drama Cósmico que representó el maestro Jesús en la llamada tierra santa. Es un drama que es simbólico, cada cosa que hizo representa un proceso que debemos vivir en nuestro interior, en el camino hacia la búsqueda de la verdad.
Con esto queremos decir que este drama ha estado en todos los tiempos, de otra forma no podríamos explicarnos tantas “coincidencias” en los distintos libros sagrados del mundo, por ejemplo la trinidad en la inmensa mayoría de pueblos en la tierra (Padre, Hijo y Espíritu Santo cristiano; Brama, Vishnú y Shiva entre la India; Keter, Chocmah y Binah entre los hebreos, Chipí Kakulha, Raxá Kakulha y Kakulha Maya; etc.) y muchas otras constantes universales que puede el investigador descubrir en los distintos libros sagrados del mundo.
Los estudiosos del gnosticismo universal consideran que el gran maestro Jesús reunió a un grupo de maestros para representar este Drama y así ayudar a toda la humanidad con estos conocimientos representados de esta forma para que no fueran olvidados.
Entonces lo importante es no confundir el Drama representado por estos maestros con los actores del mismo.
Permítasenos comparar esto con la obra magistral de Mozart “La Flauta Mágica”, una cosa es esta extraordinaria ópera simbólica que relata el proceso interno de purificación y otra los artistas que la representan. El ejemplo claro es la famosa “Reina de la Noche” que simboliza precisamente la intriga, la traición, el engaño, pero la mujer que hace este papel debe ser de las mejores sopranos, de las más reconocidas, pues de otra forma no tendría la capacidad de interpretar ese papel tan importante.
En el Drama Cósmico “Judas” simboliza el demonio del deseo que todo cargamos en nuestro interior, significa los defectos psicológicos que cargamos relacionados con el deseo de ser grande, el deseo lujurioso, el deseo de acumulación, que nos hace traicionar al Cristo Interno (la verdad, la bondad, el amor, etc.) por 30 monedas de plata símbolo según la cábala es el arcano del intercambio, es decir que cambiamos lo real y verdadero por la traición y mentira.
Este Judas interno está simbolizado en la mitología egipcia como el demonio Apopi causa de muchas desdichas y problemas, es también Sebal uno de los tres traidores y asesinos de Hiram Abiff constructor del Templo de Salomón. Así que tal traidor no pertenece al pasado, lo cargamos todos dentro de si.
Al respecto dice el V.M. Samael Aun Weor en su libro de la Gran Rebelión:
“Incuestionablemente cada uno de nosotros lleva en su psiquis a los tres traidores. Judas, el demonio del deseo; Pilatos el demonio de la mente; Caifás, el demonio de la mala voluntad. Estos tres traidores crucificaron al señor de Perfecciones en el fondo mismo de nuestra alma. Se trata de tres tipos específicos de elementos inhumanos fundamentales en el drama cósmico. Indubitablemente el citado drama se ha vivido siempre secretamente en las profundidades de la conciencia superlativa del ser. No es pues, el drama cósmico propiedad del Gran Kabir Jesús como suponen siempre los ignorantes ilustrados. Los Iniciados de todas las edades, los Maestros de todos los siglos, han tenido que vivir el drama cósmico dentro de sí mismos, aquí y ahora. Empero, Jesús el Gran Kabir tuvo el valor de representar tal drama íntimo públicamente, en la calle y a la luz del día, para abrir el sentido de la iniciación a todos los seres humanos, sin diferencias de raza, sexo, casta o color. Es maravilloso que halla alguien que en forma pública enseñare el drama íntimo a todos los pueblos de la tierra.”
Más otra cosa es el maestro que representó este papel, indudablemente un papel tan fuerte e importante solo lo podría representar alguien muy preparado, pero solo cumplió con las órdenes del maestro Jesús, para que se representara el Drama Cósmico.
En el Mensaje de Navidad dejado por el maestro Samael Aun Weor correspondiente al año 1973-1974 dice:
“Judas Iscariote es otro caso muy interesante. Realmente este Apóstol jamás traicionó a Jesús el Cristo; sólo representó un papel, y éste se lo enseñó su Maestro Jesús. El Drama Cósmico, la vida, pasión y muerte de nuestro Señor el Cristo, fue representada desde los antiguos tiempos por todos los Grandes Avataras. El Gran Señor de la Atlántida, antes de la segunda catástrofe transapalniana, representó en carne y hueso el mismo Drama de Jesús de Nazaret.”
Es indudable estimado lector que el descubrimiento del llamado Evangelio de Judas, en lugar de invitarnos a polemizar, lo que debe motivarnos es a profundizar en el camino que desde tiempos remotos han dejado los grandes maestros a la humanidad y esto solo lo logramos desarrollando el sentido de la comprensión, estudiándonos a fondo a sí mismos a la par de estas joyas de sabiduría que nos legaron los maestros en estos escritos, recordemos los Rollos del mar muertos, los pairos de Nag Hammadi y ahora este “El Evangelio de Judas” tratados eminentemente gnósticos, que nos hablan del camino del auto descubrimiento, de la Auto Gnosis.
Enviado por : Jenaro Ismael Reyes Tovar. ICQ Loreto, Zac. México
Artículos de la revista “Sabiduría del Ser” relacionados con el tema: .
Los estudiantes de Gnosis consideramos que “Todas las religiones son perlas engarzadas en el hilo de oro de la Divinidad” -Samael Aun Weor, estamos convencidos de que existe un conocimiento universal y que este se ha expresado a través de las distintas épocas, y que el contenido de los distintos libros sagrados, códices, sepulcros milenarios, pirámides, etc. tienen en esencia la misma enseñanza, generalmente puesta por los grandes maestros de la humanidad a través de símbolos, mitos, alegorías, etc. pero que relatan la realidad del camino interno, de lo que debe transitar el aspirante a la sabiduría en su vida práctica.
Un error común que llegamos a cometer es confundir los símbolos con la realidad y es cuando empiezan los desacuerdos y errores. Basta recordar que entre la cultura azteca los famosos sacrificios humanos símbolo de la lucha que debemos sostener contra las pasiones animales, en su época de oro no existieron, es hasta que se degeneraron que cayeron en tan lamentables errores que obviamente ocasionaron una consecuencia negativa a estas tierras, pues lo que sembramos cosechamos.
Lo mismo sucede con el Drama Cósmico que representó el maestro Jesús en la llamada tierra santa. Es un drama que es simbólico, cada cosa que hizo representa un proceso que debemos vivir en nuestro interior, en el camino hacia la búsqueda de la verdad.
Con esto queremos decir que este drama ha estado en todos los tiempos, de otra forma no podríamos explicarnos tantas “coincidencias” en los distintos libros sagrados del mundo, por ejemplo la trinidad en la inmensa mayoría de pueblos en la tierra (Padre, Hijo y Espíritu Santo cristiano; Brama, Vishnú y Shiva entre la India; Keter, Chocmah y Binah entre los hebreos, Chipí Kakulha, Raxá Kakulha y Kakulha Maya; etc.) y muchas otras constantes universales que puede el investigador descubrir en los distintos libros sagrados del mundo.
Los estudiosos del gnosticismo universal consideran que el gran maestro Jesús reunió a un grupo de maestros para representar este Drama y así ayudar a toda la humanidad con estos conocimientos representados de esta forma para que no fueran olvidados.
Entonces lo importante es no confundir el Drama representado por estos maestros con los actores del mismo.
Permítasenos comparar esto con la obra magistral de Mozart “La Flauta Mágica”, una cosa es esta extraordinaria ópera simbólica que relata el proceso interno de purificación y otra los artistas que la representan. El ejemplo claro es la famosa “Reina de la Noche” que simboliza precisamente la intriga, la traición, el engaño, pero la mujer que hace este papel debe ser de las mejores sopranos, de las más reconocidas, pues de otra forma no tendría la capacidad de interpretar ese papel tan importante.
En el Drama Cósmico “Judas” simboliza el demonio del deseo que todo cargamos en nuestro interior, significa los defectos psicológicos que cargamos relacionados con el deseo de ser grande, el deseo lujurioso, el deseo de acumulación, que nos hace traicionar al Cristo Interno (la verdad, la bondad, el amor, etc.) por 30 monedas de plata símbolo según la cábala es el arcano del intercambio, es decir que cambiamos lo real y verdadero por la traición y mentira.
Este Judas interno está simbolizado en la mitología egipcia como el demonio Apopi causa de muchas desdichas y problemas, es también Sebal uno de los tres traidores y asesinos de Hiram Abiff constructor del Templo de Salomón. Así que tal traidor no pertenece al pasado, lo cargamos todos dentro de si.
Al respecto dice el V.M. Samael Aun Weor en su libro de la Gran Rebelión:
“Incuestionablemente cada uno de nosotros lleva en su psiquis a los tres traidores. Judas, el demonio del deseo; Pilatos el demonio de la mente; Caifás, el demonio de la mala voluntad. Estos tres traidores crucificaron al señor de Perfecciones en el fondo mismo de nuestra alma. Se trata de tres tipos específicos de elementos inhumanos fundamentales en el drama cósmico. Indubitablemente el citado drama se ha vivido siempre secretamente en las profundidades de la conciencia superlativa del ser. No es pues, el drama cósmico propiedad del Gran Kabir Jesús como suponen siempre los ignorantes ilustrados. Los Iniciados de todas las edades, los Maestros de todos los siglos, han tenido que vivir el drama cósmico dentro de sí mismos, aquí y ahora. Empero, Jesús el Gran Kabir tuvo el valor de representar tal drama íntimo públicamente, en la calle y a la luz del día, para abrir el sentido de la iniciación a todos los seres humanos, sin diferencias de raza, sexo, casta o color. Es maravilloso que halla alguien que en forma pública enseñare el drama íntimo a todos los pueblos de la tierra.”
Más otra cosa es el maestro que representó este papel, indudablemente un papel tan fuerte e importante solo lo podría representar alguien muy preparado, pero solo cumplió con las órdenes del maestro Jesús, para que se representara el Drama Cósmico.
En el Mensaje de Navidad dejado por el maestro Samael Aun Weor correspondiente al año 1973-1974 dice:
“Judas Iscariote es otro caso muy interesante. Realmente este Apóstol jamás traicionó a Jesús el Cristo; sólo representó un papel, y éste se lo enseñó su Maestro Jesús. El Drama Cósmico, la vida, pasión y muerte de nuestro Señor el Cristo, fue representada desde los antiguos tiempos por todos los Grandes Avataras. El Gran Señor de la Atlántida, antes de la segunda catástrofe transapalniana, representó en carne y hueso el mismo Drama de Jesús de Nazaret.”
Es indudable estimado lector que el descubrimiento del llamado Evangelio de Judas, en lugar de invitarnos a polemizar, lo que debe motivarnos es a profundizar en el camino que desde tiempos remotos han dejado los grandes maestros a la humanidad y esto solo lo logramos desarrollando el sentido de la comprensión, estudiándonos a fondo a sí mismos a la par de estas joyas de sabiduría que nos legaron los maestros en estos escritos, recordemos los Rollos del mar muertos, los pairos de Nag Hammadi y ahora este “El Evangelio de Judas” tratados eminentemente gnósticos, que nos hablan del camino del auto descubrimiento, de la Auto Gnosis.
Enviado por : Jenaro Ismael Reyes Tovar. ICQ Loreto, Zac. México
Tomado de pagina www.samaelgnosis.net